Silbaban.
Las muy putas silbaban. Y pican de cojones.
Pequeños perdigones de plástico rozan mi oreja.
- Hijos de puta - pienso mientras me protejo con la esquina.
Hago señas a mi compañero que no entiende nada de lo que digo.
Están bien armados. Son cuatro contra dos. El tema esta jodido.
- Tu dispara, joder!. Aguanta un rato - Le digo
- Vale tío, joder, vale!
Nuestra vida esta en ello.
Salto. Voltereta. Voltereta. Tropiezo...nadie me vio.
Corro a su habitación. Es la habitación vecina de la que estamos atacando.
El tema esta jodido. Carlos joder, piensa rápido hostia joder.
Matemáticas. Adrenalina. Estrategia. Cagaos todos porque tengo una idea.
Vuelvo corriendo mientras que le grito que se aparte.
Entro en locura, armado de un colchón antibalas. Los gritos resuenan por el pasillo.
Mi camarada lo entiende. Me sigue detrás disparando.
Planto el colchón contra el suelo. Parece Rugby. Hemos ganado muchas yardas. El tachdown esta a un paso.
Le cubro mientras recarga. Me cubre mientras recargo.
Pero despierta mi colega y se da cuenta de la realidad. Estamos en el hoyo.
Un desesperado busca una posición elevada subiendose al colchón. Eres pato de feria para mi, cabrón.
Le metí tanto plástico en el cuerpo que bien podría ser una muñeca hinchable. Muere joputa.
Solo quedan tres. Es fácil, lo tengo planeado.
Había dos a cada banda. El de la derecha queda solo puesto que hemos destrozado a uno.
Indico a mi colega que a la de tres acribille al de la derecha, yo me encargo de los otros dos.
1
2
Lanzo el globo de agua al techo de la izquierda que explota salpicando a los indeseables que se esconden tras las camas.
Me levanto
3!!
No saben que ha pasado. El agua estaba fría de cojones. Mi idea inicial era lanzar una lata pero es demasiado.
Como si de shurikens se tratase le tiro dos lonchas de mortadela al primero de mi banda. Queda noqueado por la grasa y la mancha en su camiseta favorita.
Mi compañero me cubre a la perfección, todo va de puta madre.
Salto sobre el colchón. Me lanzo a por el otro enemigo armado de desodorante Axe Fenix.
Os podéis imaginar la estela de gas. El olor. Todo en la cara.
Cojo los bollos de chocolate.
Retiradaaaaaa!!!!
Salimos echando hostias. Nos disparan pero no dan ni una. Panda de novatos.
Torcemos la esquina. Saltamos de lado y nuestras costillas crujen contra el manillar de la puerta.
Corremos ciegos. Cerramos la puerta animados, victoriosos.
Cerramos la ventana para evitar ataques por la retaguardia.
Y ahora musicote! Nuestros gritos de victoria les harán recordar que nuestra merienda es sagrada.
