24-JUSTO LO QUE NECESITABA ESCUCHAR

Según me acomodaba en el asiento la tercera, cuarta o quinta canción de Dave Matthews Band dejo de sonar. Parecía estar deseoso de escucharme. Al igual que el espectador que tenia en frente. Esperando paciente. Impaciente. Que diese sentido al universo que nos rodeaba. Que dijese algo que fuese similar a la pieza o engranaje que, con ella, todo encaja y funciona. Una chispa en la cueva en la que ambos nos hallábamos. Una bocanada de aire en este inmenso universo lleno de nada. Una limosna aunque solo sea eso. Una limosna.

Y, ante tal peso en mis espaldas la improvisación quedaba descartada. Me quede mirando. Estudiando la expresión exacta. Cocinandola con amor y añadiendo las especias adecuadas. Saboreandola en mi lengua. Moviendo la pierna con un ritmo inexistente. Mordiendome la carne de los dedos. Las uñas. 5 minutos.
Y no hubo nada mas que eso. Nada mas sincero, completo, cabal y puro que un escueto silencio. Un silencio de 5 minutos.

Chapó! dijo mi reflejo.
Y, a partir de ahí, todo fue otra historia.